INGRID FADNES

Brigada de solidaridad en Chiapas, México 2005. Coordinadora de las brigadas 2012-2016.



Magô Presente – ahora y siempre

El 27 de enero 2020 publiqué esto en mi cuenta de Instagram:
“Un asesinato no es un asesinato. Quitarle la vida a alguien es arrebatar la luz, la sonrisa, la risa, el canto, los rulos, el olor”.

Lo escribí después de enterarme de que una amiga fue arrebatada de este mundo por un femicida – un hombre que mata mujeres sólo por ser mujeres.

El texto seguía:
“Magô, nuestra querida Maria Gloria, la más calurosa, la que siempre nos sacó la risa, hacía que nos sintiésemos bienvenidas, la que sabía que la colectividad y los lazos fuertes entre humanes necesitan ser cultivados y cuidados”.

He escrito varias veces sobre femicidios – asesinatos de mujeres sólo por ser mujeres. He leído artículos, tesis doctorales, libros, he visto películas, he pensado, preguntado, escrito, pero siempre con un halo de distancia.

Cuando nos arrebataron a Magô escribí:
“Hoy fui arrancada de las estadísticas de mujeres que son violadas y asesinadas todos los días. No sabía cómo leer el artículo sobre ti ¿Cómo lo hubiera escrito yo? ¿Alguna vez lograré escribir sobre ti, Magô? ¿Será posible describir un problema tan profundo cuando te convirtieron en parte de las que salen en las noticias todos los días?”

Después del acontecimiento intenté escribir o preguntarme cómo podía escribir sobre algo tan cercano. Sobre algo que engendraba una profunda rabia y frustración. Unas semanas antes había estado en un encuentro de mujeres en Chiapas, organizado por las mujeres Zapatistas. Dijeron que nuestra tarea más importante era mantenernos vivas. No logramos mantenerte viva, Magô. Cuando leí sobre ti renegué de lo sucedido:
“Reniego creer lo que leo, quiero cambiar tu muerte. Quiero decidir otro fin. Cualquier otro, sólo así, no”.

Todavía recuerdo leer la noticia sobre ti. Recuerdo que primero leí que un carro te atropelló. A un accidente lo puedo manejar, procesar, llorar; pero no pude cargar el dolor de saber que fuiste arrebatada de nosotras, Magô, de la manera más cruel.

“Intento recordarte y lo que más percibo es tu olor.”

Magô siempre olía a hierbas. Un aroma a bosque, a naturaleza colgando como una cola detrás de ella. Siempre. Cuando desapareciste quería cantar tu nombre:
“¡Magô Magô Magô! Quiero cantar su nombre, nadie se olvidará, sigues danzando, nadie se puede mover. Nadie puede contigo, tu luz, tu sonrisa, tu cabello lindo y libre ¡Nunca he conocido a nadie como tú! ¡Magô Magô Magô! Esta noche estoy en la roda contigo”.

Pero no pude ni siquiera pronunciar tu nombre. Intenté contar sobre ti pero cada vez que tu nombre subía desde mi estómago a través de la garganta, te detenías como una gran pelota. No salías. No quería dejarte salir. Porque si te dejaba era como si confirmase que habías sido tú. Que estabas muerta. No lo quise. Ha tomado su tiempo y el primer paso que desandé fue bordarte. Dicen que las mujeres que bordan femicidios se conectan con la mujer arrebatada a través de la aguja y el hilo. A través del hilo te comunico. A través de procesar tu muerte, con la ayuda del hilo, la aguja, las puntadas lentas para arriba y para abajo, en una tela blanca que traje desde Guatemala. Así, te traigo de vuelta a la vida.
El siguiente paso fue preguntarle al Maestro Jaime, del grupo de Capoeira Paraguassu, si elles podían cantarte. Es difícil, porque todes te apreciamos tanto. Eras capoeira. Estar en una roda contigo, bailar al son del birimbao, tambor, agogô y pandereta, representa uno de mis recuerdos más añorados de la selva de asfalto de São Paulo:
“Todo mi amor para todas las y los Paraguassus. Ninguno cuida de las personas y nuestras vidas como ustedes. Quiero cantar lentamente desde aquí, espero que llegue la voz que dice: nunca más, ninguna más, ningún más. Los amo.”

Y Paraguassu grabó un canto de capoeira en Ilha Itaparaica en Bahia. Magô, ahora te cantamos.

“Moça bonita porque você foi embora
Deixou muita saudade, assim pelo mundo afora.
A sua memória abalou a terra, abalou o ar, abalou o fogo, abalou o mar.
Na terra ela nasceu, no mar ela se banhou, no
fogo se purificou, no ar ela respirou.
Que saudade da menina
Que saudade de Magô
Com seu coração gigante a mãe terra encantou
Na leveza da sua alma
Na alegria do seu amor
Foi embora pra bem longe
Pertinho de nosso senhor
Hê hê Magô, hê hê Magô
Saudade da tua alma
Saudade do teu amor”

Letra y Música: Mestre Jaime de Mar Grande
Componentes: Djeane, Luandhi. Helo, Sófia, Roberta, Renato, Guto.

¡MAGÔ PRESENTE!

Técnica y material:

Costura y pompones

País:
Tema: