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BRIGADA COMPAÑERAS CONTRACORRIENTE

Brigada de solidaridad de LAG Colombia/ Noruega primavera 2020:



Brigada Compañeras Contracorriente

La brigada llegó a Colombia el 1 de febrero de 2020. Participamos de la Semana Camilista en Bucaramanga y estuvimos en el campo con familias y organizaciones en el sur de Bolívar. Además de plantaciones de palma, cultivos de coca y actividad minera, la región cuenta con fuerte presencia del ELN.

Al igual que al resto del planeta, a principios de marzo nos sosrprendío la noticia de la pandemia, lo que derivó en la cancelación de la brigrada y el retorno a Noruega. Entre el el 13 y 14 de marzo, 10 mujeres decepcionadas regresaron a suelo escandinavo. Allí la brigada continuaría de forma digital con sus activiades.

Con el cierre de fronteras, les campesines noruegues alertaron sobre la falta de trabajadores. Dicha advertencia nos inspiró a una nueva acción: si la brigada no había podido aprender de campesinas colombianas ¿Qué tal si apoyábamos y aprendíamos de campesinas noruegas? Fue así que un mes y medio después del retorno forzado, nuestra brigada iniciaba una segunda estadía en el campo, esta vez en cuatro granjas noruegas. Fruto de nuestras estadías, tanto en Colombia como Noruega, la brigada aprendió sobre la industrialización de la agricultura desde una perspectiva global.

La brigada está compuesta sólo por mujeres. Cuando tuvimos que elegir un nombre, retomamos al poema de André Bjerke «La mujer contracorriente». El autor dice sobre nuestra heroína que «raramente una mujer incorporada a una fábula era tan fabulosamente rebelde». Por eso nuestra brigada se llamó «Contracorriente». Obtuvimos nuestra canción luego de crear una melodía que acompañe al poema. Puede ser difícil, incluso incomprensible, rebelarse contra un sistema. Por eso nuestro modelo a seguir, nuestra heroína y estrella guía, es la mujer contracorriente. Lo mejor de nosotras lo heredamos de ella.

ALVA OLEANNA THINGNES FØRSUND

Este parche es un puño erguido levantando una espiga. En el brazo, en donde normalmente se ubica la arteria, se puede ver el contorno del continente latinoamericano. El símbolo está hecho con esténcil sobre un saco de paja que en el pasado albergó granos de café cultivados en Colombia.

Durante la brigada vivimos y trabajamos tanto en granjas colombianas como noruegas. Conocimos campesines y organizaciones de ambos países, quienes nos brindaron enseñanzas para la vida y la lucha.

Luego de nuestra última estadía en granjas noruegas, la brigada se reunió y se abocó a reconstruir lo vivído. También discutimos conceptos como territorio, solidaridad, autosuficiencia y agroecología. Una semilla revolucionaria fue sembrada en nosotras y juntas la regamos.

El símbolo en el parche representa la lucha que nuestra brigada llevó adelante. La lucha por una agricultura justa.

Maren Vedvik Dammen

El parche está hecho de tela decolorada de un suéter viejo e hilo de bordado naranja. El suéter perdió su color cuando al lavar la ropa de la brigada, eché clorina en vez de jabón. Ocurrió durante una semana agitada en Bucaramanga, donde participamos en actividades políticas y debates en la universidad. El incidente resulta un buen ejemplo de cómo la búsqueda de soluciones, la comunicación y la creatividad, pueden contribuir a encontrar salidas a situaciones desafiantes. Después de unos minutos de incertidumbre, al constatar los efectos del cloro sobre nuestras ropas, todas las brigadistas organizamos un taller improvisado de teñido de tela. El clima de trabajo fue ameno y quien estas palabras escribe recibió el trato cariñoso de sus compañeras. La tijera naranja en mi parche simboliza la energía y el optimismo de nuestra brigada. Como «La mujer contracorriente» , la brigada tuvo fuerza, compromiso y una férrea voluntad para seguir adelante a pesar de los desafíos. La pequeña crisis de decoloración no afectó nuestra dinámica. Debemos recordar pequeños incidentes como éste. Debemos recordar que la solución a las pequeñas crisis -el trabajo colectivo, el diálogo y la creatividad que ponemos en juego – resultan también imprescindibles para derribar las estructuras sociales que oprimen a muchas personas.

Tonje Fjågesund

El parche muestra una mano con los dedos en V. Mientras para unas puede simbolizar una tijera, para otres podría remitir al símbolo de la paz. Luego de encontrar un nombre y escribir nuestra canción, los dedos en V surgieron espontáneamente como el símbolo de nuestra brigada. El parche tiene consigo algo de muchos lugares y muchas personas. En Colombia anduvimos por ciudades signadas por expresiones políticas visuales, con mensajes fuertes, que reflejaban en qué grado las personas gozaban de libertad para expresarse. Usé color morado en honor a muchas mujeres inspiradoras que marcharon en Bogotá el 8 de marzo de 2020. El esténcil fue hecho durante un taller digital coordinado por la brigada Digna Rabia (otoño de 2019) y la pintura fue un regalo del papá y la mamá de nuestra brigada, es decir nuestras coordinadoras Frøya y Marianne.

Emma Holen

El parche de Emma está hecho de la camiseta que les brigadistes reciben en el curso introductorio de NOREC. Comunmente el curso tiene lugar al inicio del intercambio pero en nuestro caso se desarrollo al final de nuestra experiencia como brigadistas. Fue así que de regreso a Noruega, participamos en reuniones a través de Zoom y nos integramos a círculos de confianza donde asistimos a presentaciones de «Arte y Estudio». En dicho contexto, cada vez que nuestra brigrada se presentaba, debíamos explicar que éramos la brigada que había retornado a Noruega como consecuencia de la pandemia. Un día, mientras mis compañeras nos presentaban como brigada «Compañeras Contracorrientes», yo dije en voz alta, o tal vez murmuré sólo para mí: «Compañeras ContraCORONA». Porque sentí que de repente éramos eso, la brigrada del corona. Un nombre que realmente nos describe acertadamente. Porque el Covid-19 representó solamente otro tipo de corriente que debimos afrontar, otro obstáculo que hemos sorteado. Nuestra brigada, a pesar de todo, siguió de pie, con la mano levantada.

Frida Jacoby Rosenblad Steina Lilleng

Técnica y material: bordado en una camiseta y un pantalón

En nuestra etapa como brigadistas hablábamos mucho sobre cuando una viaja y empieza a apreciar gente de otras partes del mundo, y de como una deja un pedazo de una misma al momento de partir. Cuando viajo, allí dónde me encuentre en este mundo, siempre llevo conmigo mi Puteput. Me ayuda a sentirme en casa. Puteput es una almohada que me dieron cuando era niña y que también llevé a Colombia. Cuando la huelo regreso al jardín de infantes, a enamoramientos durante mi adolescencia y a mis estudios en Bergen. Todos los recuerdos al mismo tiempo. De la misma forma en que dejé un pedazo de mí misma en Colombia, comparto con la colcha un retazo de la funda de mi Puteput y, con ella, algunas de mis memorias.

El retazo está cosido a un pantalón que también ha viajado lejos. Fue el pantalón viajero que cruzó el mar y circuló entre las brigadistas. En la parte de abajo del pantalón, cosí una oveja hecha con la pelusa de un suéter. Me llevó dos semanas y la tejí llorando durante mi cuarentena en Noruega, luego del regreso forzado desde Colombia. La oveja representa las vivencias de Emma y mías en una granja agroecológica de ovejas en el interior de Agder.

Vestí la camiseta sucia por primera vez en un carnaval auténtico en Cantagallo, en donde nos empaparon con pintura, moco verde y restos pegajosos de la industrialización de la caña. Esa noche me fui a dormir temprano.

Sofie Olaisen

Al guante lo encontré en una calle en Trondheim, justo antes de que nos reuniésemos con la brigada por primera vez. Lo tomé como una señal y lo tuve conmigo durante todo el intercambio. Ha estado en Colombia, en Løten y de visita en las casas de varias de las brigadistas. La razón de tanto viaje es porque lo utilizamos como protector de nuestro grabador de sonido. El grabador fue muy importante para nosotras porque, desde un comienzo, soñamos con producir un radio documental sobre las expeiencias de nuestra brigada. Si bien la brigada fue diferente de lo que inicialmente proyectábamos, el guante ha alojado en su interior infinidad de sonidos: desde el rugido de un mono en Campo Alegre, incluyendo las misas en la pequeña iglesia de la comunidad de Macedonia, hasta terneros roncando en Løten. Todas las grabaciones están ahora en proceso de edición y se transformarán en un radio documental que abordará las consecuencias globales de la agricultura industrial.

Joanna Svärd

El parche está hecho de una toalla de seda naranja desgastada que utilicé durante la brigada en Colombia y Noruega. El parche tomó forma, sin plan alguno, durante el proceso de costura. Casi al igual que nuestra brigada. Representa al tiempo que transcurrimos en ambos países, a las experiencias vividas y a las relaciones que construímos con personas que conocimos, que nos alojaron. Los cereales en pleno brote dan cuenta de como nuestros conocimientos y solidaridad aún están en proceso de crecimiento, arraigándose en nosotras y más allá.